Blog oficial de literatura, donde podéis encontrar pequeños fragmentos de mis historias, reseñas y mucho mas.

Categoría: Mis textos

Silencio

El silencio… Como el aire, como la vida, como el agua…

Espacio, sueños, libertad. La energía, como fuente de vida. Como fuente de todo lo que nos queda por vivir. Si no hay vida no hay historias. Pero a partir del silencio a menudo surgen nuevas historias que contar. Frente a lienzos en blanco… La promesa de una vida. Una vida que consista en vivir; no en sobrevivir.

Poder ser inmortal. Ser capaz de crear nuevas historias a partir del silencio. El silencio, a menudo añorado.

No hay momentos de paz; sino en la noche, mientras todos duermen. El mundo que hay entre el sueño y la vigilia; muy pocos lo conocen.

Sin señal

El viento sopla fuerte fuera y se empiezan a oír las primeras gotas de lluvia.

Dentro la casa es acogedora; mientras las llamas del fuego bailan, consumiendo la leña en la chimenea, ella mira por la ventana. Siente miedo por ellos que hace ya unas cuantas horas que se han marchado en busca de provisiones para el temporal. Preocupada, se aleja de la ventana y coge el teléfono, pero no da señal. ¿Debería haber ido con ellos?, y si no vuelven ,¿sobrevivirá ella sola aislada en incomunicada al temporal?

Anunciando el otoño

El verano se acaba, el calor se colma y choca con el frío de las nubes acechantes que se acercan anunciando el otoño. Así, de nuevo se crean las tormentas de verano; descargando su energía, que estalla, calmando el calor, calmando el clímax que se crea en la ciudad.

Próximas publicaciones

Hola de nuevo queridos lectores, aquí os dejo para ir abriendo boca dos de los textos cortos de una selección de textos otoñales para que los podáis leer acompañados de una buena taza de té, y sigo trabajando en la edición de algún texto sorpresa dedicado a Halloween, espero que os guste y no dudéis en dejarme comentarios que estaré encantada de leer.😊

Otra vez ha anochecido

Otra vez ha anochecido. La ciudad parece dormida bajo el manto oscuro de la noche. Pero en su cielo hace tiempo que no se ven las estrellas. Y en las noches sin luna, las únicas luces que alumbran la quietud de la noche son las farólas, y los semáforos, que ordenan un tráfico sin sentido en una ciudad fantasma.

Una vez mas, observando el mundo a través de su ventana; el cuadro que un día tubo algún sentido para Lyz, ya no lo tiene, ha crecido, ha madurado. Ha dejado de observar, para participar lo mejor que puede, ha expandido sus límites y fronteras, descubriéndo todo un mundo, mas allá de lo que su vista alcanza a ver. Y ha descubiérto que no queda nada aquí para ella. Que estará sola, tanto aquí, como en el país mas lejáno que pueda existir, y que probablemente, lo mas parecido al calor humano que pueda tener sea esta ventana donde poder mirar para inspirarse y crear algo que se acerque al arte, o los aplausos del público al actuár. Porque ya nadie regala abrazos, ni ofrece nada a cambio de nada, ni siente amor incondicional.

Hace ya muchos años que no llora al escribir; quizá sea porque el dolor es lo mas real que existe y lo que mas traspasa las almas, porque cuando todo va bien, nadie se acuerda de estas cosas. Y hace tiempo que optó por no rendirse, por salir a la calle con todo lo que es, con sus virtudes y su sonrisa; pero también con sus miedos y sus defectos, y con esto no pretende que le alaben, ni hacer ninguna heroicidad, tan solo quiere sobrevivir, como lo ha hecho hasta ahora.

Los Modernos

Si quería ver cumplido el sueño de su vida, tenía claro que debía enfrentarse a todas las generaciones anteriores, que solo veían en la juventud gente sin experiencia condenada a un eterno fracaso. Era lo que la gente mayor llamaba «Los Modernos». Realmente esta idea le aterraba; pues era el hecho de pensar que los fantasmas de unos ideales totalmente opuestos a los suyos estarían persiguiéndole eternamente, si cometía el mas mínimo error.

Vuelta al Otoño

Hola de nuevo queridos lectores. Sí, habéis leído bien. Os saludo como si fuera un reencuentro.

Y es que este año ha sido un poco loco para mí, ha sido un no parar de viajes, mudanzas…

En fin, que el inicio de este blog se ha visto interrumpido por una serie de vivencias que la vida me ha querido regalar; y que, por otro lado, ahí está la magia, pues todo escritor que se precie, necesita nutrirse de historias que contar.

Pero con el final del verano, la vuelta al cole, y el cambio de estación, ese vertiginoso desenfreno que produce la época estival, se ve considerablemente reducido, dando paso a una época de calma y sosiego producida por la tan ansiada vuelta a la rutina. Así que, aclaradas las razones de mi ausencia de actividad en este espacio, espero que al menos lo que queda de año sea un poco mas «tranquilito» y me permita así ofreceros mas contenido, sobre todo ahora en otoño, que parece que apetece mas sentarse a escribir con una buena taza de té al lado, ofreciendo así un espacio mas cálido y acogedor, en un ambiente intimista y lleno de paz y recogimiento. Dicho esto, poneros cómodos que empezamos.