Si quería ver cumplido el sueño de su vida, tenía claro que debía enfrentarse a todas las generaciones anteriores, que solo veían en la juventud gente sin experiencia condenada a un eterno fracaso. Era lo que la gente mayor llamaba «Los Modernos». Realmente esta idea le aterraba; pues era el hecho de pensar que los fantasmas de unos ideales totalmente opuestos a los suyos estarían persiguiéndole eternamente, si cometía el mas mínimo error.
